Desde una perspectiva etimológica, un «maker» sería alguien que hace algo; pero todos hacemos algo; así que eso no nos ayuda mucho para definir el concepto.
Me gusta usar la «analogía del queque»; un «maker» es un practicante del DIY (do-it-yourself) es decir, alguien que prefiere hacer un queque antes que comprarlo; en otras palabras alguien que aprende cómo hacer un queque, explora una o más recetas y elabora la suya propia y hace su propio queque.
Ahora bien, la «cultura maker» no se queda en la cocina, ni en la costura; sino que se ha extendido a muchos campos del quehacer humano; en especial el campo tecnológico.
Tampoco la cultura maker se queda en el aprender y hacer; sino que se extiende al mejorar y compartir.
Son realmente pocos los casos donde alguien aprende a hacer algo desde cero; todos partimos de una base; y si, puede que le agreguemos elementos completamente nuevos; pero siempre hay una base a la cual citar; y siempre donde hay mejora; hay un nuevo conocimiento que se puede compartir.
Desde otra perspectiva tenemos el concepto de «hacker»; es decir, aquella persona que investiga y entiende los detalles prácticos de algo; y es capaz de modificarlo para crear una mejora particular.
Un maker es un tipo avanzado de hacker que, en resumen, hace estas cosas:
- aprende
- hace/confecciona
- mejora
- comparte una receta
Si haces esto, definitivamente eres un maker.
Ahora, ¿existe algun inconveniente en ser un Maker? Pues bien, quzás quieras leer este otro artículo sobre el tema.
También: Hacker o Maker
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