Más allá del Prototipo

Todos hemos visto de una u otra forma los beneficios de esa cultura que está permeando en nuestra sociedad; esa de hágalo usted mismo; esa de aprender algo, mejorar la técnica y compartir el conocimiento.

Resulta difícil imaginar que una cultura tal pueda tener algún peligro inherente para la sociedad. En realidad expongo aquí un peligro que la cultura Maker enfrenta en su naturaleza y que requiere de un cuidado importante ya que limita sus alcances de manera significativa.

En la cultura Maker las personas se explotan su curiosidad, analizan, prueban, aprenden, mejoran lo que existe, y comparten lo que aprendieron; es una cultura que acelera de manera vertiginosa la capacidad de prototipado de nuevas ideas; de nuevos productos. Sin embargo el gran peligro que enfrenta es el de quedarse allí precisamente; en el prototipo funcional, de conformarse una y otra vez con el nivel «instructable básico» y de no profundizar en ese gran paso que enriquece a la sociedad, el de crear nuevos productos, nuevas soluciones dirigidas a las personas que no son maker, que necesitan una solución completa que puedan consumir y utilizar tal cual.

Dentro de las destrezas clave para un maker podemos enumerar varias: autodidacta, curiosidad, documentación, solución de problemas, integración de tecnologías; pero una que normalmente pasa desapercibida es la que yo llamo «productivización»; es decir la capacidad de diseñar un producto repetible que se desempeñe de manera estable y satisfactoria en el campo; que se pueda consumir con un mínimo de instrucciones de uso.

Siendo la cultura maker empírica por su naturaleza, la profesionalización progresiva del maker es algo que requiere medular atención.

Destrezas y conocimientos en áreas como Administración de Proyectos, Ciclo de vida de Productos, Mercadeo, Emprendimiento e incluso Propiedad Intelectual se vuelven vitales para una cultura Maker que vaya más allá en la generación de riqueza de un país.

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Última modificación: marzo 1, 2016

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Martin Núñez 

La investigación y desarrollo siempre han quedado así, falta la mercadotecnia para promocionar lo nuevo.

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